Supe de la existencia de este libro gracias a una recomendación del club de lectura en el que participo. Al ser fan de la novela negra, no podía perderme la oportunidad de leerlo. Normalmente llevo con calma mi velocidad de lectura y puedo tardar varias semanas, pero esta vez tardé tres días en leerla.
Se centra en la investigación de una familia asesinada en Torsby, una localidad en Suecia, y se trata de un caso más para Sebastian Bergman, protagonista de esta saga y criminólogo, que es un psicólogo que explora las razones para cometer los crímenes. Este nuevo caso provoca que se involucre sentimentalmente con algunos familiares de las víctimas y que le sea difícil hacer una disociación instrumental.
Como lector pude imaginarme estar leyendo el libro de una serie de televisión y no es que exista una serie televisiva como tal, sino que los escritores Hjorth & Rosenfeldt son guionistas de televisión y esta vez hicieron equipo para escribir esta saga. Son muy descriptivos en los ambientes, en las acciones y se enfocan mucho en los detalles, lo que provoca que el lector se imagine cada escena y lo perciba como un episodio televisivo.
Es raro encontrar autores que trabajen en conjunto, específicamente en novelas, pero aquí es notorio la gran labor que hicieron en equipo, como se trabaja en realidad en una serie de televisión, donde cada escritor va escribiendo un capítulo y va desarrollando algún personaje en particular.
En cuanto a la historia, posee una dinámica
entre los detectives como en las series policiacas (CSI, Criminal
Minds), sin faltar el cliché de los triángulos amorosos, el trabajo en equipo y las rivalidades como parte del ambiente laboral. Hay también una gran
cantidad de personajes y muchos de ellos ya no adquieren relevancia ni
trascendencia en el resto de la historia y de pronto aparecen más para confundir o despistar al lector y hacerlo creer que alguno de ellos pudiera estar involucrado en el asesinato. Hay muchísimo drama en general, en la vida de cada uno, sobre
todo con Frank, que tiene al hijo con discapacidad, su esposa se le murió y él padece, además, de cáncer terminal, "Uno hace lo que debe hacer", es
una frase que dice mucho, lo cual va levantando sospechas.
La novela, de igual forma, aborda aspectos de política y el papel de los medios de comunicación. Cómo hasta que le dan cobertura a algún acontecimiento, ya el gobierno le da importancia o si conoces a alguien de ahí, será más factible que abran tu caso y le den seguimiento, como el caso de la viejita que perdió a su gato y que alardeó que su esposo conocía a alguien que podía acelerar la investigación. También la manera en la que pretenden involucrar a la sociedad para encontrar al asesino y conseguir sus minutos de fama.
Ya no voy a contar más. Al final fue un libro interesante y con giros inesperados, aunque, en ocasiones, largo y reiterativo. Es el cuarto libro de la saga Bergman y tenía mis dudas si era buena idea empezar por este libro y no desde el primero. Aun así, después de leer éste, despertó mi curiosidad por leer los otros libros. Ya me había sucedido lo mismo con Las hijas del frío, el libro tres de la saga los crímenes de Fjällbacka de Camilla Läckberg, y una vez que lo terminé y me gustó, decidí leer el resto de la saga desde el principio.
Silencios inconfesables es recomendable para los fans de la novela negra y sobre todo, sueca, que ha sido cuna de otros flamantes escritores del género como Stieg Larsson, Camilla Läckberg, Henning Mankell, entre otros.
Comentarios