NEBRASKA

Ingeniosa, irónica y graciosa. Así es Nebraska, una película nominada a seis premios de la Academia, que incluyen Mejor película, Mejor director, Mejor actor principal, Mejor actriz de reparto, Mejor fotografía y Mejor guión original.

Es una película costumbrista, en blanco y negro, dirigida por Alexander Payne, a quien recordamos por su cinta Los Descendientes, ganadora de un óscar por guión adaptado y nominada a otros cuatro premios de la Academia en 2012.

Cuenta la historia de Woody, un anciano que emprende un viaje con su hijo de Montana a Nebraska, para reclamar un millón de dólares. El largo trayecto se convierte en una oportunidad para David para convivir con su padre y conocer el pasado de éste.

La cinta hace reflexionar sobre la importancia de tener un sentido en la vida y un objetivo que perseguir, sin importar la edad. Es una comedia dramática, donde la mayoria de los personajes se muestran apáticos y quejumbrosos, tanto con ellos mismos como con los demás. De igual manera, explora la vida que se lleva en los pueblos apartados, de seguir una rutina durante mucho tiempo, ser metiche con los demás habitantes, criticar, crear chismes, calumnias, ser conformistas en ocasiones e interesarse repentínamente en la vida de alguien que se hace millonario de un día para otro. 

La simpática convivencia con la familia de Woody en su pueblo natal, las puntadas de su temperamental esposa y los achaques propios de la edad, hacen de Nebraska, una cinta sensacional y disfrutable.