Después de ver la película Salvajes hace 4 años, tuve la oportunidad de leer el libro en el que fue inspirada, mismo que escribió el estadounidense Don Winslow, reconocido por novelas negras, de crimen, misterio y narcotráfico, como El Cartel y El poder del perro.
Para quien vio la película dirigida por Oliver Stone, recordará que es clasificación "C", por escenas bastante explícitas de sexo y violencia, puntos que caracterizan a otras cintas del género. El libro es similar en ese aspecto: el lenguaje es muy explícito, definitivamente para adultos, y la forma de escribir de Winslow atrapará al lector desde un instante, por su sarcasmo, humor negro y especialmente por los personajes maravillosamente desarrollados, profundizando en su temperamento, antecedentes, y no solamente de los protagonistas, sino también de la gente que les rodea y de cómo funciona su negocio. La historia se lleva a cabo en California, haciendo referencia a diversos lugares, marcas de ropa, series televisivas y más.
Al ver primero la película y después leer el libro, finalmente provoca que uno ya sepa de qué trata la historia, con la diferencia que la novela suele tener otros matices, detalles, orden en que se desarrollan las acciones e incluso en ocasiones el final es distinto. Si gustó mucho la película, lo más probable es que surja el interés por leer el libro, aunque sea posible que la forma de escribir del autor no guste, así como suele pasar que uno puede amar ciertos libros y detestar sus versiones cinematográficas. Sin embargo, en esta ocasión la película me había gustado, pero con el libro quedé encantada. De hecho influyó que Don Winslow también estuvo involucrado en el guión de la cinta y por ello mantuvo la misma línea.
En la película, Ofelia "O" relata la historia de sus amigos y amantes, Ben y Chon, mientras que en el libro es un narrador omnisciente. Lado, interpretado por Benicio del Toro, también tiene un final distinto en el libro y en la película, la cual resulta muy entretenida, y además cuenta con las actuaciones de Salma Hayek- haciendo una brillante interpretación como Elena, la villana- y de John Travolta como un informante de la DEA.
El libro además de entretenido, es una joya en cuanto al lenguaje y los diálogos; suele superar a la película en intensidad en cuanto a la descripción de las acciones y representación de la cruda realidad, ya que en ocasiones, en las películas desean disfrazarla un poco o darle un final ideal para el espectador.
Tomando en cuenta esos puntos, tanto la novela como el filme me dejaron satisfecha y definitivamente buscaré leer la precuela de SALVAJES- también escrita por Don Winslow- para seguir ahondando en el pasado de los protagonistas.
Recomendable para quien guste de novelas negras, de narcotráfico y con lenguaje explícito.
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