He estado envuelta en la literatura sueca desde que leí la trilogía Millennium de Stieg Larsson en 2010 y después descubrí en 2013 la saga Fjällbacka, de Läckberg y leerla toda, incluyendo los libros independientes que ha publicado a partir de entonces. Así que me entero que hay una nueva novela de Camilla Läckberg y como buena fan, decido adquirirlo.
Para quienes nunca han leído a esta autora, no es la obra que recomendaría para iniciar, cuando podrían elegir desde el libro uno de una decena de grandiosas novelas que conforman la sensacional saga Fjällbacka, que, como le pasa a muchos escritores, siempre será su sombra, ya que gracias a ella obtuvo fama mundial y ha sido su mejor trabajo hasta ahora. Para quienes ya han leído, como yo, toda la saga y libros independientes como el de cuentos, Tormenta de nieve y aroma de almendras y la novela Una jaula de oro, que será parte de una nueva saga, no considero que sea un desperdicio leer Mujeres que no perdonan, porque aunque no es el mejor, tiene algunos aspectos que se rescatan.
En Suecia, el sufrimiento de las mujeres por maltrato es una situación lamentable que también abordó Stieg Larsson en su trilogía, a través de la genial Lisbeth Salander; ahora Läckberg hace lo propio en una novela breve, muy breve, de historias que se entrelazan, de maltrato físico y emocional, de Ingrid, Victoria y Birgitta, mujeres de edades diversas y en diferentes circunstancias y contextos.
Aunque en la contraportada del libro cuenta mucho de lo que trata la novela y en un principio creí que sería algo como la serie televisiva Mujeres Asesinas, no fue así. Es un homenaje al movimiento #MeToo y que seguramente inspiró a la autora, adaptada al contexto y haciendo alusión a la situación del maltrato a la mujer en su país. Las protagonistas están cansadas de su situación, quisieron darle un giro y no quedarse con los brazos cruzados. Lo desafortunado es, que la novela es demasiado corta, dejan con ganas de saber más y se resuelve muy rápido el conflicto, sin tanto preámbulo.
Aun así, resulta ser un libro entretenido y que se lee rápido. Siempre es interesante leer a Camilla Lackberg, por su manejo del suspenso, su manera de narrar y, especialmente, el gran desarrollo en los personajes de sus historias.
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