El Día del Maestro es un gran día para celebrar a aquéllos que realizan este oficio con amor y dedicación. Para esta fecha, queda “como anillo al dedo” mi recomendación de lectura. Se trata de Martes con mi viejo profesor del estadounidense Mitch Albom, un libro muy emotivo sobre las conversaciones entre el profesor Morrie y el alumno Mitch, quienes se reunían cada martes para tratar temas relacionados con la vida, la muerte, la familia, las emociones, el amor, el matrimonio, el perdón, entre otros. Cada capítulo contiene cada uno de estos temas con su respectiva enseñanza.
El
alumno Mitch, no es otro que Mitch Albom, el autor de este libro, quien vivía
agobiado por su trabajo sin darse tiempo de disfrutar del amor ni de los
pequeños detalles para encontrar un sentido a su vida. Cuando se reencontró con
Morrie, su profesor en la universidad, su vida cambió.
Morrie
era un profesor muy alegre que disfrutaba de esos pequeños detalles y se daba
tiempo para realizar actividades que en verdad le daban felicidad. Lamentablemente,
se enfermó de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad causada por la
degeneración de las neuronas motoras y en la que sus músculos se comenzaron a
debilitar y a atrofiar causando daños irreversibles. En resumen, iba a morir
muy pronto y a pesar de eso, siguió dando lecciones de vida desde su casa, especialmente
a su alumno Mitch.
Sus
enseñanzas se resumían en aceptar el presente, tener siempre motivaciones y aprender
que nunca es demasiado tarde para cambiar la vida que se tiene. Morris
demuestra que cuando se sabe que se a va a morir pronto, se comienza a valorar
más la vida y a reflexionar sobre los actos que dejamos de hacer en la vida
cotidiana por preocuparnos por situaciones sin importancia.
Es
una historia basada en hechos reales de la que el lector puede extraer
lecciones de vida y aprendizaje para la vida cotidiana. Existe también una
adaptación cinematográfica para la televisión, presentada por Oprah Winfrey en
1999 y protagonizada por Jack Lemmon como el profesor Morrie.
En
fin, muchos de ustedes recordarán a algún profesor que admiren, que tal vez los
haya guiado con grandes enseñanzas, que los haya impulsado a realizar alguna
acción, que los haya motivado y que en general haya hecho alguna diferencia en
su vida. Incluso, algún profesor que recuerden con cariño y que quisieran haber
tenido más clases o más tiempo de convivencia con él.
Hay
profesores que se preocupan por el bienestar de sus alumnos, por su desempeño, si
algo anda mal en su casa, con su familia, con otras personas e incluso con
ellos mismos y procuran ser un soporte para ellos.
Considero
importante que los profesores se preparen continuamente, sean accesibles y acepten
gustosos las preguntas que los alumnos les hagan y traten de responderlas. Además,
es primordial que intenten transmitir, no sólo los conocimientos que vengan en
un programa de estudios o en una guía, sino también anécdotas y experiencias de
vida que puedan servir al alumno en lo sucesivo. Asimismo, que les fomenten
buenos hábitos como la lectura y valores como el respeto y la responsabilidad.
Es vital que los profesores se sientan motivados para ser mejores en su
trabajo, dar “un plus” y que finalmente se conviertan en profesores recordados
con cariño y admiración por sus alumnos.
Una
felicitación para todos los profesores en su día.
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