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Luego de un mes de dedicar mis columnas a escritores mexicanos, decidí ahora tomar otro rumbo y “viajar” al este de Asia, a la enorme y poblada República Popular China, mediante una novela titulada El abanico de seda.
Luego de un mes de dedicar mis columnas a escritores mexicanos, decidí ahora tomar otro rumbo y “viajar” al este de Asia, a la enorme y poblada República Popular China, mediante una novela titulada El abanico de seda.
Este libro fue escrito por Lisa See,
una norteamericana de origen chino, nacida en 1955, que se ha dedicado a
escribir novelas sobre mujeres chinas en diferentes etapas de su vida e
introduce en todo momento elementos de esta impresionante cultura.
El Abanico de seda,
nos sumerge en la vida de una mujer de ochenta años que relata sus experiencias
y reflexiones en distintos momentos de su existencia.
En la infancia, por ejemplo, cuenta el
doloroso proceso de vendaje en los pies con el objetivo de hacerlos pequeños para
verse hermosos, estilizados y así convertirse en mujeres bellas y valoradas
según la cultura china. “La belleza sólo se consigue a través del dolor” es una
frase recurrente entre las mujeres de este país para entender este sufrimiento,
que inicia entre los 6 y 7 años.
Posteriormente, ya que son “bellas con
pies pequeños” se les busca un candidato para casarse y hacen el compromiso
incluso con seis años de anticipación, durante los cuales se preparan para ser
amas de casa aprendiendo labores domésticas y haciéndose expertas
confeccionando prendas de todo tipo, con el uso de seda y algodón,
particularmente para el día de la boda.
En China es impactante el papel que juegan
las mujeres, ya que son tomadas en
cuenta primordialmente para casarse y tener hijos varones. Si no se casan, no
valen nada y si no tienen hijos varones, se convierten en un completo fracaso.
Lo más inaudito es que al casarse, se van a vivir con la familia de su marido y
están a merced de sus suegros, a quienes deben querer y apreciar más que a
cualquier otra persona y atender sus necesidades en todo momento. Otra
particularidad de las mujeres casadas, es que deben tener muestras de cariño
únicamente con su marido, ya no con el papá o algún otro miembro varón de su
familia.
Esta novela aunque nos ilustra momentos
de la vida de una mujer china de mediados del siglo XX, se enfoca más en la
intensa amistad entre las protagonistas: Lirio Blanco y Flor de Nieve, y su
relación es llamada Laotong, un tipo de hermandad solamente entre dos mujeres
que desde la infancia se convierten en “más que mejores amigas” y comparten
todo, desde ropa, hasta cama, consejos, rituales y forman un lazo de apoyo y
amor incondicional durante toda su vida. Incluso al estar casadas, si el esposo
no se opone, es tradición del Laotong, que las almas gemelas deben compartir la
cama cuando se visitan y el esposo deberá dormir en otro lado. Resulta estupendo
cómo estas mujeres utilizan el Nu-shu, una escritura en abanicos sólo entre
mujeres, en la que comunican sus sentimientos más profundos y emociones más
íntimas. Para escribir este libro, Lisa See, planeó un viaje a un condado de
China para investigar más a fondo sobre esta escritura y las costumbres y
rituales de la región que visitó.
Esta historia, además de empaparnos de
la cultura y circunstancias de las mujeres en China, nos describe los
sentimientos, reflexiones y conjeturas de la protagonista.
Realmente es una novela interesante,
que sin duda está más dirigida a las mujeres lectoras, especialmente con fascinación
por la cultura de países asiáticos y sobre todo con interés por aquello que experimentan en sus
tradiciones las mujeres chinas.
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