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JUEGOS DEL DESTINO: DIFERENCIAS ENTRE EL LIBRO Y LA PELÍCULA



 
Hay recuerdos que nos pueden azotar. Puede ser una canción, un momento. Que constantemente nos invada la nostalgia, la melancolía o la obsesión por el pasado. Eso contiene Los Juegos del Destino (The Silver Linings Playbook) una novela del estadounidense Matthew Quick, adaptada al cine en 2012, ganadora de un premio Oscar como Mejor Actriz Protagónica y nominada a otras siete estatuillas.
Y es que la historia y los personajes viven situaciones cotidianas que nos brindan un mensaje que invita a la introspección. En este caso, Pat era un joven treintañero que salió de un hospital psiquiátrico por atacar violentamente al amante de su esposa Nikki. Permanece unos años encerrado en ese “feo y malo lugar” como él lo llamaba y al salir desea con todas sus fuerzas recuperar el amor de su esposa y que su historia tuviera un final feliz, tal como en las películas. Incluso odiaba aquéllas que no finalizarán así, como la clásica novela Adiós a las Armas de Ernest Hemingway.

Pat vive aferrado a esa idea y cualquier acción que realizara, era motivada por la obsesión por Nikki. En su camino, conoce a Tiffany, una mujer muy particular que lo hará romper paradigmas y transformar su vida. Ella cayó en la depresión al perder a su marido Tommy, fallecido en un accidente, así que ambos personajes van a terapias y existe mucha empatía. La familia también juega un papel muy importante. Al final, Pat deja atrás su obsesión y permite a que una nueva persona conquiste su corazón y lo haga feliz.
El libro tiene toques más dramáticos que la película y profundiza más en la situación familiar de Pat. Por ejemplo, la madre vive frustrada por el comportamiento del padre quien vive obsesionado por el equipo de futbol americano, las Águilas de Filadelfia. Deja de convivir con su familia, se aísla y descuida la relación con su esposa. Ella determina no atender a su marido hasta que él modifique su actitud. Por otro lado, Pat resiente que su hermano se haya casado y no le haya dado la noticia. En general, hay acontecimientos que ocurren de forma distinta en la película y el final de la novela llega a la misma conclusión que en la película, pero los medios son diferentes.
Por otra parte, la película es más humorística, ligera y los conflictos se resuelven rápidamente y de forma más sencilla. En el libro, su amigo Daniel, del psiquiátrico, nunca se escapa con Pat de contrabando, sino que sale tiempo después cuando termina su tratamiento. En el libro, Nikki no asiste a la presentación de baile. Pat sólo la vislumbra con su nueva familia y sonriendo en compañía de los suyos.
Finalmente, tanto el libro como la película valen mucho la pena y se disfrutan de la misma manera.  Probablemente con el libro, uno sufra un poco más y la película definitivamente tendrá diálogos y momentos que hagan reír.
¿Y qué mensajes deja el libro? Que hay que tener los pies en la tierra y aceptar la realidad. Que hay que seguir adelante a pesar de las dificultades y tener siempre otras alternativas; Sacar el mejor provecho de las situaciones; Romper paradigmas, salir de la rutina y darse la oportunidad de hacer actividades distintas; Estar con personas con quién uno se sienta valorado. De gran importancia también el hecho de cerrar ciclos dialogar con uno mismo para reflexionar. De pronto habrá melancolía y nostalgia, pero más vale alegrarse porque ocurrió y no frustrarse porque terminó. Podemos darle un giro a nuestra historia, tener un destino sorpresivo y un final feliz, ¿por qué no?


Este texto de mi autoría también fue publicado en:
http://mail.poderedomex.com/notas.asp?id=88232

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