Llegué a esta novela por casualidad. No había escuchado de su autora, Camila Läckberg, pero al ver buenos comentarios por internet, decidí comenzar a leerla. Y ya no la pude dejar.
Camila
Läckberg es otra de las escritoras suecas que destaca en la novela negra,
además de genialidades como Stieg Larsson, el fallecido escritor de la exitosa
Trilogía Millennium, Jens Lapidus, autor de la Trilogía negra de Estocolmo y Henning Mankell, creador del famoso
detective Wallander.
Son del
tipo de libros en los que se disfruta todo el proceso de lectura, manteniendo la
atención y la intriga en todo momento. Las
Hijas del Frío, prosigue a las novelas La princesa de hielo y Los
gritos del pasado, en las que los personajes principales son el policía
Patrick y su esposa Erika, de quienes el lector puede ser testigo de cómo ha
evolucionado su relación y de qué manera los protagonistas se ven involucrados
sentimentalmente en los asesinatos en los que se centran estas historias.
En esta
tercera novela, Camila Läckberg relata el misterioso asesinato de una niña
llamada Sarah y todo lo que gira en torno a la investigación. Resulta que
encuentran el cadáver en el mar y lo primero que uno piensa es que pudo haberse
ahogado, pero las apariencias engañan y de pronto llegan a la conclusión de que
fue asesinada en una tina y obligada a tragar ceniza. Finalmente es escalofriante explorar la mente
de ciertas personas y saber las atrocidades que pueden llegar a hacer.
Además
del seguimiento a esta investigación, la autora nos cuenta otra historia
paralela, que se lleva a cabo durante la década de los veintes, sobre una mujer
rica, altiva y orgullosa que enamora a un picapedrero por diversión, sin estar
consciente de lo que ocurriría después. Como lector, me cuestioné en qué momento me enteraría cuál
era la relación entre una historia y otra.
Tal vez
ya está muy trillada la trama de investigar un asesinato y dar con los
culpables, pero el toque especial que dan escritores como Camila Läckberg, es
saberla contar, metiendo un suspenso magnífico y mostrando los aspectos
psicológicos de los personajes, incluyendo sus traumas del pasado, secretos
familiares o si padecen algún trastorno, como en el caso de Sarah. Sin duda, este
tipo de aproximaciones enriquecen mucho la lectura, ya que el lector va
perfilando a cada uno de los personajes y tal vez puede intentar adivinar quién
es el responsable del crimen.
Las víctimas
suelen ser mujeres y niños y eso de antemano provoca al lector una indignación
al tratarse de seres vulnerables. Cabe mencionar que yo desconocía que existían
dos novelas previas a Las hijas del frío, pero eso no fue
un impedimento para que yo disfrutara de esta tercera, y ahora espere
ansiosamente la continuación.
Los
acontecimientos de esta saga llamada Fjällbacka
se llevan a cabo precisamente en este pueblo, donde la autora nació. Ha
publicado hasta el momento ocho libros y me gustó tanto éste libro que
seguramente me daré un espacio para devorarme los siete faltantes.
Las hijas del frío, cuyo título original en sueco es
Stenhuggaren que podría ser traducido
como “El picapedrero” fue premiado como el Mejor Libro del Año en Suecia.
Este texto de mi autoría también fue publicado en:
http://www.poderedomex.com/notas.asp?id=89839
Este texto de mi autoría también fue publicado en:
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