Sublime, brillante, divertida, así es Escándalo Americano
(American Hustle, 2013), una película con 10 nominaciones a los Premios Óscar
2014, dirigida por el neoyorquino David O. Russell, quien ya se había hecho
presente anteriormente en estos premios con sus cintas Juegos del Destino
(Silver Linings Playbook, 2012) y El peleador (The Fighter, 2010).
American Hustle incluye en su elenco a Christian Bale,
quien sorprende con su actuación como Irving Rosenfeld. Él va narrando la
historia con un look y una personalidad
que no había mostrado en otras cintas: panzón y bohemio, pero amoroso y galante,
especialmente al describir su relación con Sydney Prosser, interpretada por Amy
Adams. Ella era su pareja y cómplice en todas sus jugarretas. Sin embargo, su
esposa era en realidad Rosalyn Rosenfeld, interpretada por Jennifer Lawrence,
una mujer trastornada, con temor al cambio, a conocer otras personas y a
escapar de la rutina en la que vivía cuidando a su hijo Danny, motivo por el
que supuestamente Irving no se separaba de ella. Hay otro personaje, Richi Di
Maso, un agente del FBI interpretado por Bradley Cooper, quien los introduce al
mundo de la mafia de Nueva Jersey y se involucra en sobornos y negociaciones.
Los cuatro actores mencionados están nominados en las cuatro
categorías de actores principales y de reparto. La actuación de Jennifer
Lawrence ya le valió el Globo de Oro como Mejor Actriz de Reparto y una
nominación al Óscar en la misma categoría. Ella ha demostrado mucho talento en
su corta carrera como actriz y tal parece que le quedan los papeles de alocada,
estrafalaria, con actitudes impulsivas y fuera de lo común, así como lo hizo
también como Tiffany en Juegos del Destino.
En la cinta aparece también el reconocido Robert de Niro
haciendo un papel de mafioso, así como el actor Jeremy Renner, a quien recordamos
por Zona
de Miedo (Hurt Locker, 2008),
ganadora del Óscar.
Todos los personajes están asombrosamente desarrollados. Demuestran
sus manías y tres de ellos guardan ciertas apariencias físicas o de identidad. El
director a menudo se vale del recurso del close-up
para intimarnos más con las reacciones de dichos personajes.
La cinta está ambientada en 1978. La música es genial y
oportuna en cada escena. Incluye un tema del aclamado Danny Elfman y otros
artistas de música de esa década como Electric Light Orchestra, Donna Summer, Bee Gees, Elton John, Chicago, entre otros.
En fin, es una película de mafia bien realizada, con un
guión magnífico en el que las mujeres juegan un papel primordial. Definitivamente
merece aplausos y es una de mis favoritas para ganarse más de una estatuilla en
los próximos premios de la Academia.
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