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Feria de las Culturas Amigas 2014

Viernes 23 de mayo, 17:00 hrs. Estaba chispeando y ya no era muy temprano. Teníamos un concierto más tarde, pero a pesar de la premura del tiempo y de la lluvia, llegamos mi novio y yo al Zócalo de la Ciudad de México, para explorar la Feria de las Culturas Amigas 2014. 

80 stands de países de los cinco continentes y ambos entusiasmados por recorrer cada uno de ellos y degustar su gastronomía. No habíamos comido, así que "todo" se nos antojaba, especialmente los postres. Echamos un vistazo a varios stands. La mayoría ofrecía comida, pero muchos tenían solo souvenirs de ropa, joyería y muy pocos tenían solamente carteles con información del país.

Entramos al stand de Alemania y yo estaba encantada de ver tantos pays de frutas que son mi delirio: de manzana, de frambuesa, de mango, de queso, ¡uff, se veían exquisitos! Me daban ganas de probar todos, pero quería guardar un espacio para platillos de otros países. Comí uno de mango y estaba delicioso. Le compartí un poco a mi novio, quien optó por comer una salchicha alemana dentro de un bollo,  acompañado de sopa de codito. 

Luego pasamos por el stand de Pakistán y bebimos lassie, una bebida dulce no alcohólica, típica de India y Pakistán. 

Después del pay y de la bebida, yo tenía antojo de algo salado, así que pasamos a Bolivia y comimos una salteña, deliciosa empanada jugosa rellena de carne, pollo, huevo, especias y otros ingredientes. 

Poco después nos detuvimos en Brasil y comimos un panini relleno de queso. A mi novio se le antojaba y yo lo probé, pero me pareció muy simple. 

Luego hicimos escala en Camerún y había mucha fila para comprar una banderilla de carne de cerdo con salsa, que se veía buenísima. Quisimos aprovechar la oportunidad de probar algo de un país africano exótico y finalmente nos gustó. 

Posteriormente cumplí mi antojo de comer un waffle de Bélgica (los originales) y lo cubrí de cajeta y estaba delicioso. Cerramos con broche de oro en Chile, comiendo una deliciosa empanada de carne, justo como me gustan, ¡sin pimientos!

Nuestra experiencia fue muy grata. Definitivamente, valió la pena todo lo que probamos (comida de siete países), fue muy interesante, disfrutamos mucho el paseo. Recomendamos ampliamente asistir a la Feria de las Culturas Amigas, especialmente porque el visitante se lleva una idea de lo típico y tradicional de cada país, de su cultura, de su gastronomía y de cómo es su gente, ya que cada stand lo atiende mínimo un originario de ese país y que en algunos casos no habla español. 

También esta feria despierta la curiosidad de viajar a otros países y tener la oportunidad de conocer otras culturas, otros puntos de vista y vivir experiencias inolvidables. 



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