Cómo Internet, los smartphones y las redes sociales como Facebook y Twitter han cambiado las vidas de las nuevas
generaciones.
Tal vez ya mucho se ha escrito sobre esto,
sin embargo, no dejan de sorprenderme los cambios que ha habido en las
generaciones con la aparición de nuevas tecnologías, especialmente con la
aparición de los smartphones.
Anteriormente, nos limitábamos al contacto
directo o las llamadas de casa a casa. Eso era todo. Años más tarde apareció el
celular, las llamadas desde donde quiera que te encuentres y los sms. Después llegaron
a nuestras vidas los teléfonos inteligentes.
BlackBerry y Iphone: Con el Blackberry Messenger ahorrarse
simples sms y saber si ya les llegaron y ya los leyeron con una D de
Delivered y R de Received. Mismo caso del iPhone con su iMessage.
WhatsApp: El medio de comunicación por
excelencia, para cualquier sistema operativo. Gracias a éste se vio por vez
primera, si la persona está online, la hora y día de última vez que estuvo
conectado y ahora incluso la aparición de dos palomitas azules notificando que
el receptor ya leyó el mensaje (lo que ya tenía BBM con su R). Además, con esta
aplicación se crean grupos de chat y se comparte todo tipo de información,
particularmente videos e imágenes.
La comunicación por internet también ha ido
evolucionando. En un principio, uno se limitaba a entrar a páginas de chats y
chatear con gente al azar. Después vino el icq,
en el cual ya se tenía oportunidad de tener una lista de contactos con los
cuales poder platicar constantemente y saber si están disponibles, ocupados,
conectados, no conectados, etc. Ya podías ver sus perfiles, con la edad, país
de origen, etc. No sólo se agregaban contactos conocidos, sino también
desconocidos, sólo porque sus perfiles llamaban la atención y eran acordes a lo
que la persona buscaba, para compartir gustos y tener todo tipo de
conversaciones. De esa manera, era posible hacer amistades internacionales,
aunque fuera sólo por icq, y se tenían como contactos a personas
de varias partes de México, de Estados Unidos, Europa y Asia. Lo curioso era
tener la oportunidad de conocer en persona a alguno de los contactos, después
de tratarlo primero por chat.
Luego salió Microsoft Messenger. Fue entonces cuando se abrían correos de Hotmail para poder usar este servicio,
en el que era más común agregar a contactos que ya se conocieran en persona. Y
era típico que al conocer a alguien, le pidiera su correo para agregarlo al MSN
y la emoción cuando esa persona especial que conociste te agregara y no sólo
eso, sino que fuera el primero(a) en saludarte en cuanto te conectaras…. Y que
pudieran platicar por horas y horas hasta desvelarte. Tu mejor carta de
presentación, era tu foto de perfil, la cual procurabas mantener actualizada
con tu mejor pose. “Esta queda para perfil de MSN” era lo de ese momento, lo
que ahora evolucionó a “Esta queda para perfil de Facebook”.
También existió una red social llamada fotolog, donde ponía una foto en
especial, la describía y recibía comentarios. Después Hi5. Primer acercamiento a redes sociales y donde ya se podía ver
un perfil completo de una persona, con su foto, descripción, gustos, intereses,
amistades, etc.
Después llega Facebook, con el que te
enteras, no sólo de lo que les gusta o no les gusta a tus contactos, sino
también de las novedades de sus vidas con todo lo que publican o publican otros
sobre ellos. La posibilidad de compartir fotografías y momentos. Ha tenido un
auge impresionante. Ya la vida se comparte más fácil: las fotos, las
actualizaciones, etc. Una vez entrando al Facebook
de alguien, te enteras de su vida y novedades, sin necesidad siquiera de
comunicarte directamente con él o ella. Al pedirle autorización a alguien en Facebook de ser su amigo, ya uno muestra
un interés por saber de su vida, independientemente si pretende un contacto
directo o no. Yo abrí mi cuenta en 2007, gracias a los amigos norteamericanos
que hice en un viaje de Contiki y el objetivo inicial fue compartir las fotos
de dicho paseo. Después jugaba, compartía mis aficiones con aplicaciones de cine como Flixster y de música como iLike. Juegos como Word Challenge. Una red para compartir más fotos, artículos y lucirse en todos los sentidos.
Enseguida, Twitter, con el que en 140
caracteres puede uno escribir lo que sea, incluyendo preguntas, respuestas,
comentarios, deseos, opiniones, solicitudes, actividades de ese momento, etc. La
posibilidad de seguir a celebridades. Gran avance en noticias. Yo abrí mi
cuenta en Marzo de 2009, gracias a la recomendación de un amigo tuitero, y me
sirvió mucho en abril de ese mismo año para dar seguimiento al impactante tema
de la influenza.
En fin, ha sido interesante la manera en la
que la comunicación ha ido evolucionando. Lo bueno es poderte de comunicar de
manera instantánea con una o más personas. Lo malo es hacerse adicto a dichas
aplicaciones de comunicación y olvidarse del entorno, no hacerle caso a la
persona con quien se está físicamente sino elegir “interactuar” con el celular
y no con esa persona o personas a quienes se tiene enfrente. Y no disfrutar el
momento presente y preferir vivir una vida virtual.
Dichosos aquellos que aún gozamos de una
conversación en persona durante horas y horas, de una interacción física y de
dar y recibir cartas escritas a mano. Y al decir esto, no se trata de estar en
contra de dichos avances tecnológicos de comunicación, sino de darles su
espacio y su momento para aprovechar sus beneficios al máximo, sin dejar que
perturben las cenas, cafés, reuniones y otros instantes que elegimos estar con
nuestros seres queridos. Por otro lado, cuando esas reuniones no son placenteras
o uno se encuentra en soledad, esperando a que llegue la persona con quien se
acordó dicha cita, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea
pueden ser sin duda un gran escape para entretenerse, y que el entorno de la
persona no resulte tan aburrido o poco placentero.
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