(The Secret Life of Pets, 2016)
Después del éxito de las películas de MI VILLANO FAVORITO, MINIONS Y LORAX, Illumination Entertainment, de Universal Studios, presenta esta nueva película sobre lo que hacen las mascotas mientras sus dueños no están en casa.
El inicio se centra en un Terrier llamado Max, que llevaba una vida tranquila al lado de su dueña en un departamento en Manhattan, hasta que ella decide adoptar a Duke, un perro peludo mestizo que no sólo invadirá su espacio, sino que perturbará su tranquilidad y lo conducirá a toda clase de aventuras.
El resultado es una película sumamente divertida, con mucha acción y mascotas aguerridas: las que tienen dueño viven en departamentos y las abandonados se reúnen en una cloaca y son comandadas por un astuto conejo llamado Snowball, que pertenecía a un mago, y otras mascotas exóticas como reptiles, anfibios, felinos y un puerco que usaban para pruebas de piercings y tatuajes.
Además de este simpático conejo, destaca Gidget, una Pomerania tierna pero ruda a la vez, quien es vecina de Max, de quien está perdidamente enamorada, y un curioso sabueso anciano llamado Pops.
La cinta remite a TOY STORY, pero aquí en lugar de que los juguetes se queden solos, ahora son las mascotas las que lo estarán y harán de las suyas. El filme aborda lo mucho que las mascotas quieren a los humanos, esperan su llegada y se derriten con sus apapachos, pese a que los humanos tienen poca aparición en la película. La mayoría de las mascotas son perros, pero también hay otras mascotas como aves, gatos y un conejillo de indias. También aborda la triste realidad de abandono de algunas mascotas, especialmente las exóticas, sin contarlo de un modo dramático, sino más bien en la manera en la que las mascotas enfrentan su realidad con humor.
La perrera continúa siendo la pesadilla de todas las mascotas, como nos lo mostraron anteriormente películas como LA DAMA Y EL VAGABUNDO, 101 DÁLMATAS y OLIVER Y SU PANDILLA.
La música corre a cargo de Alexandre Desplat, quien también ha realizado la música de películas ganadoras del Oscar como LA CHICA DANESA, EL GRAN HOTEL BUDAPEST, EL DISCURSO DEL REY, entre muchas otras.
Finalmente es una película no necesariamente enfocada en los niños (cabe mencionar que en la sala la mayoría éramos adultos) y aunque no sea de Disney, vale la pena ver para divertirse, despejarse un rato, gracias a las aventuras de sus personajes graciosos y ocurrentes.
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