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LAS HERMANAS ROMANOV




Rusia estuvo en la mira en 2018 por el Mundial de Futbol, así que despertó mi interés leer algún libro relacionado con este país. Su título original es The Romanov Sisters: The Lost Lives of the Daughters of Nicholas and Alexandra y fue escrito por Helen Rappaport, británica especializada en la época victoriana y en la Rusia revolucionaria. Tal como su título lo indica, el ensayo está enfocado en la vida de las hijas del último zar de Rusia, explicando el contexto en el que se fueron desarrollando a lo largo de su vida. 

Nicolás contrajo matrimonio con Alexandra, hija de la reina Victoria de Inglaterra y tuvieron cuatro hijas: Olga, Tatiana, María y Anastasia, y un hijo llamado Alekséi, que padecía hemofilia. 

El libro nos permite conocer la vida cotidiana y la dinámica familiar de los Romanov, especialmente de las hermanas desde que eran pequeñas. El zar Nicolás fue una persona muy noble, cariñoso y atento con su familia, e invertía tiempo en jugar con ellos y junto con Alexandra, estuvo muy al pendiente de su educación y no dejaba a sus hijos a merced de otros. Pese a que pertenecieran a la realeza, su intención era que su vida fuera como la de los otros niños y que no estuvieran apartados de la vida cotidiana rusa. Muchas de sus vivencias se ubican en Tsarskoye Selo, residencia de la familia, cerca de San Petesburgo. 

El ensayo también detalla la etapa en la que las hermanas, durante su adolescencia, hicieron una gran labor como enfermeras, actividad que disfrutaron mucho por sentirse útiles, ayudar a la gente y tener contacto con los soldados. Fueron muy dedicadas e incluso extrañaron esa etapa. Se enamoraron, se escribían cartas, pero nunca pudieron contraer matrimonio ni procrear hijos. 

Por otro lado, Rasputín fue una figura destacada en la familia, porque era el curandero, confidente y consejero principal. Se dice que mantenía una relación bastante estrecha con Alexandra, quien era muy enfermiza y lo buscaba para curarse. 

Posteriormente tuvieron que vivir en el exilio cuando comenzó la Revolución rusa, y desafortunadamente la familia Romanov fue asesinada en un sótano el 17 de julio de 1918, cuando Alekséi tenía 13 años y sus hermanas entre 17 y 22 años. Fueron tristemente tan solo unas víctimas de las circunstancias políticas del país. 

En fin, la autora hizo una gran investigación para este libro y realmente vale la pena leerlo. Es un libro recomendable, muy completo e ilustrado, que retrata a una gran familia y resulta un imprescindible para los fans de la historia rusa. 



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