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LA DICTADURA PERFECTA



Luis Estrada, escritor y director de La Ley de Herodes, Un Mundo Maravilloso y El Infierno, divierte nuevamente al público mexicano con La Dictadura Perfecta, una sátira política en la que el objetivo central es llegar a la Presidencia de la República, al costo que sea. Los medios para conseguirlo incluyen la negociación con una televisora y un trabajo de marketing político hacia el candidato. 

Estrada mantiene ese tono irónico y humorístico que lo caracteriza, con mucha crítica al sistema político de nuestro país y valiéndose nuevamente del talento de Damián Alcázar y Joaquín Cosío para lograrlo.

Además de la corrupción, lavado de dinero, la lucha por el poder que ha sido constante en otras cintas de Estrada, La Dictadura Perfecta retrata la llamada agenda setting, en la que los medios deciden en qué temas y noticias pondrá atención su público para manipularlo, distraerlo y desviar su atención de otros asuntos cruciales. Para ello, también se valen de la manipulación de la información y la recreación de determinados ambientes, para que los medios beneficien o perjudiquen la imagen de cierta persona o corporación, y que finalmente modifican la opinión pública, la cual tiene un peso enorme, especialmente en el Gobierno. Y qué decir de las redes sociales, que de manera inmediata transmiten dicha opinión, destacan los temas relevantes para ellos y sobre todo utilizan ahora recursos como “los memes” para enfatizarlo, únicamente teniendo una foto y una frase burlona de algún suceso reciente.

Finalmente, La Dictadura Perfecta, es una película divertida en la que la historia y su parecido con la realidad, provocan gran interés en el público de nuestro país, a pesar de que el tráiler de la película muestre completamente los temas que serán motivo de sátira. Es decir, el espectador ya se espera lo que va a pasar, pero quiere ver de qué manera lo representarán. Piezas clásicas de Beethoven, Rossini, Elgar y Edvard Grieg forman parte de la banda sonora, tal vez inspirándose esta vez en Stanley Kubrick eligiendo un fragmento de la Novena Sinfonía de Beethoven que usó para su aclamada cinta La Naranja Mecánica. 

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