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Y él responde: Sí, sí, ven conmigo, yo también te necesito, deseo estar contigo siempre, tenerte a mi lado y no separarme de ti. Ya eres parte de mí, en mi corazón permanecerás. A veces no me entiendes, pero te amo y te extraño y como ya te dije, te necesito a mi lado, por favor no te vayas. ¿Sabes?, podríamos ir a Roma, a Paris, a Londres, a Praga, a donde prefieras. Podríamos también asolearnos en una linda playa y gozar del mar y de la arena, pero jamás te alejes de mí. He regresado y ya no me iré, estaré contigo hoy y hasta el final. Ahora no me dejes, aprovechemos todo el tiempo perdido. Bebamos champagne, comamos caviar y apreciemos esos momentos que tanto hemos gozado todos estos años. A veces no me comporto contigo como te mereces. Te pido perdón, no ha sido mi intención lastimarte. A pesar de los malos ratos, no desconfíes de mi cariño infinito. Gracias te doy por todos estos instantes, otra vez te digo, te amo y siempre permanecerás en mi mente y en mi corazón tal como ahora. No me olvides.