Camilla Läckberg y su serie "Los crímenes de Fjällbacka" continúa poniendo suspenso en cada una de sus páginas. Esta vez se centra en la historia y secretos de una familia y especialmente en la figura materna de varias generaciones desde 1912, contando desde esa fecha hasta 1974, en paralelo con el presente de Patrick y Erica.
El caso que se investiga es un misterioso incendio en la isla de Valö donde viven Ebba y Märten, una joven pareja que recientemente perdió a un hijo. Durante la investigación, no sólo Erica, sino también Ana se inmiscuye, al conseguir una terapia ocupacional como decoradora de interiores del hogar de Ebba y Märten.
Poco a poco el lector irá descubriendo más sorpresas de hechos que ocurrieron en 1974, en un orfanato con varios chicos que decidieron guardar un secreto durante más de treinta años. Algunos acontecimientos pudieran remitir a La sombra de la Sirena, la sexta novela de esta saga, así como a la película noventera The Sleepers (en español Los hijos de la calle).
Tal como lo señala la autora, la octava novela de esta serie está inspirada en hechos reales, tanto en las "parteras de ángeles" que hacían abortos ilegales o daban a los niños en adopción, como en los grupos políticos que se formaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Después de este interesante y emocionante libro, toca leer El domador de leones, el número 9 de la saga.
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