Pocos pintores han sido tan reconocidos y valorados como Vincent Van Gogh (1853-1890), nacido en Zandert, Países Bajos y uno de los representantes del posimpresionismo.
Esta genial figura fue inspiración para la cinta Las cartas de Van Gogh (Loving Vincent, 2017), una producción de Polonia y el Reino Unido, con una técnica novedosa de animación de pinturas al óleo en la que participaron 100 artistas. Es realmente una obra de arte, así como las creaciones de este pintor que podemos apreciar en el Museo Van Gogh, en la ciudad de Amsterdam, capital de Holanda, así como en museos de Nueva York, Europa y de otras partes del mundo.
A través de la belleza de sus pinturas, los artistas de este filme nos transportaron al universo de Van Gogh y de la gente que le rodeaba. La historia relata principalmente cuando el pintor fallece, deja algunas cartas sin entregar y se hace una investigación de su muerte a través de flashbacks y conversaciones con la gente más cercana, como el Dr. Gachet, a quien inmortalizó en una de sus obras.
Sin duda, la vida de Van Gogh fue muy triste en lo personal, pero muy prolífica en cuanto a la cantidad y la belleza de las obras que generó en su corta vida, que han llegado a ser de las más valoradas y reconocidas en el mundo.
En términos visuales, Las cartas de Van Gogh es una película grandiosa, hermosa y en cuanto a la historia también tiene una gran dosis de melancolía y mantiene el interés del espectador.
Un gran homenaje y una peli recomendable sobre un artista que merece la pena profundizar.
Libros para conocer más:
Anhelo de vivir- Irving Stone (libro biográfico)
Cartas a Theo (cartas a su querido hermano, la figura más cercana en su vida)
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