Para quienes ya leyeron los anteriores, había que leer esta última si como yo, tenían curiosidad de saber cómo terminaba o bien, que hubieran comprado en paquete de oferta la trilogía.
He leído trilogías en las que los tres libros me cautivan por igual o incluso los posteriores pueden superar al primero, pero en este caso no fue así. El primer libro me encantó, al segundo "meh", con dos, tres cosas que rescatar y aun así entretenido, mientras que este tercero con un "bah", había que leerlo, pero tardé mucho, porque cambiaba y cambiaba de página y no ocurría algo interesante. Únicamente lo leí porque quería saber en qué terminaba. Al final, tanto el libro 2 como el 3, fueron innecesarios.
Un libro deja de enganchar cuando no hay conflictos, sino solamente sucesos normales de una adolescente con costumbres muy arraigadas, que irá a su graduación y ya sabemos con quien; cambios en su dinámica familiar, pero sin ser desastrozos, sino todo lo contrario; la emoción de ver en qué universidad va a quedar... Al final, todo se reduce a una comedia romántica adolescente cursi y con situaciones perfectas. Casi al final del libro, se muestra un conflicto pero no tan intenso y bueno, hay que resolverlo rápido, porque ya mero termina el libro y no podemos hacerlo más largo. ¡Muy predecible y superficial! Si hubiese un detalle interesante qué rescatar, sería el apéndice del libro: una lista de reproducción de canciones importantes en la vida de Lara Jean.
En cuanto a la película, es de 2021 y llegó hace unos meses a Netflix, con la emoción y la expectativa de la conclusión demasiado perfecta para la historia de Lara Jean, que inició de maravilla con el libro 1 y terminó como un encargo porque había que hacer su historia una trilogía, aunque no incluyera muchos giros ni conflictos en los libros 2 y 3. El director es el mismo que en el anterior, igual dando sus toques rosas y amarillos en la fotografía. La guionista ahora fue Katie Lovejoy y ya no Sofía Alvarez como en la 1 y la 2 (gran error, considerando que las pelis ya iban en declive).
Si de locaciones se trata, siguen del lado oeste mencionado Stanford en lugar de UVA; Berkeley en lugar de William & Mary o NYU en lugar de UNC, justamente al otro extremo de Estados Unidos. Por otro lado, Kitty tiene un pequeño romance cuando en el libro para nada ocurre algo así. Jen de pronto ya es otra vez amiga de Lara Jean, cuando en la novela no ocurre ese giro sin sentido. Por otro lado, el scrapbook de fin de cursos, tan detallado en la novela y tan memorable para la pareja, en la cinta se reduce a una cajita femenina con memorias. ¡Terrible decisión de producción!
En relación con el papel de la mamá de Kavinsky, en el libro tiene un papel en el conflicto que se suscita en la novela y en la película ni siquiera se involucra en el futuro de su hijo, es más, ¡ni figura en la historia! Todo se reduce a lo cliché de la separación durante la universidad, a tomar caminos diferentes y decidir si seguir o no con el amor, cuando ya sabemos lo que va a pasar.
En conclusión, no me quedó clara la insistencia de las cintas en querer resolverlo todo muy rápido y en
lugar de desarrollarlo más y optar tal vez por hacer una serie
televisiva o algo así. En fin, así lo decidieron y al menos cumplieron sus objetivos de distribución en Netflix... y hacerla todavía más infantil y más naive.
Tanto película como libro, es el producto que menos recomiendo de los tres, pero si ya siguieron la historia, no estará de más ver la película y en todo caso leer el libro, particularmente si ya lo tienen en paquete como yo.
Sin embargo, si quieren leer por separado una historia romántica conmovedora o ver una película de ese mismo estilo, evítense la pena de ver esta cinta.
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