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¿Será gula acaso?

Anteriormente, sus hábitos alimenticios no eran motivo de preocupación. Todo comenzó cuando su familia y todos los que le rodeaban empezaron a ver la cantidad de lo que comía como algo anormal. Sin embargo, ella no lo veía así. Para ella era algo totalmente normal, el arrasar con gran parte de la comida de la mesa incluyendo con las sobras de los demás platos. Con mayor razón, si era algo que agradaba a su paladar, ¿cómo se iba a desperdiciar? Si asistía a una fiesta, al momento de comer, todos los presentes se quedaban boquiabiertos, decían que comía como niña de hospicio e incluso se les oía comentar "Mira, está tragando como cerdo, ¿acaso no le darán de comer en su casa?

En fin, si ella llegaba a escuchar, lo tomaba como una broma y no le molestaba que le dijeran "insaciable" "tragona" y variantes. De hecho, en una clase uno de sus profesores argumentaba que ella tendría que estar embarazada para comer esas cantidades exorbitantes de comida, robándole incluso el alimento a los demás satisfaciendo sus antojos y pareciendo que su apetito no saciaba. Comía hasta contraer dolor de estómago, sentir que ya no le cabía "ni un alfiler" o hasta provocarse vómito.

Todo esto tuvo que pasar para darse cuenta que padecía un trastorno alimenticio el cual debía tratarse.
¿O acaso se trataba solamente de gula? ¿O era el escape a algún tipo de ansiedad?

Testimonio de Abundia Solares, personaje ficticio.
Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

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