No cabe duda que Joaquin Phoenix es un genio para los villanos. Desde El Gladiador ya me había sentido sorprendida por su actuación como el malvado Cómodo, que le valió su primera nominación al Oscar y ahora con Joker, el mejor papel de su carrera y con la que merecería definitivamente una cuarta nominación al Oscar, (obtuvo una segunda con la cinta Walk the Line donde interpretaba a Johnny Cash, y una tercera con The Master).
Joker ya ha sido interpretado anteriormente, primero por César Romero, en 1966; luego por Jack Nicholson, en 1989; Heath Ledger, en 2008, con la que obtuvo un Oscar póstumo; Jared Leto, en 2016, Cameron Monaghan, en la serie Gotham de 2014 a 2019, y finalmente, Joaquin Phoenix, que demostró todo el empeño y dedicación que puso en la interpretación del papel, además de los 23 kilos que tuvo que bajar.
Debido a que las historias en las que ha aparecido el Guasón en cine han tenido enfoques diferentes, resulta difícil tomar una decisión de quién ha hecho la mejor interpretación. Por ejemplo, Heath Ledger hizo un papel memorable en 2008 que le valió el premio de la Academia. Sin embargo, en El Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008), la historia no estaba enfocada enteramente en él y en lo que hay detrás de Joker y sus orígenes, como sí está en esta joya de película, la más esperada del año, la más famosa y la más taquillera.
Además de admirar la actuación de Joaquin Phoenix, la trama de Joker envuelve desde el primer instante. Aunque su director Todd Phillips, haya enfocado su carrera en comedias como las de The Hangover o Borat, con la que estuvo nominado al Oscar, con Joker demostró que, de la gracia que puede causar un personaje o una cinta en general, también puede hacer una transición hacia un drama macabro, con una estupenda historia, un grandioso diseño de producción y música que te envuelven en la atmósfera de la vida del personaje de Arthur Fleck y su alter ego Joker. Phillips participó también como guionista en el filme al lado de Scott Silver, basándose en los personajes de Bob Kane, Bill Finger y Jerry Robinson.
Catwoman, de 2004, fue otra cinta, enfocada en un villano de DC, que aunque haya sido un fracaso, es una referencia de esfuerzos realizados para intentar entender los motivos por los cuales se convierten en los personajes malvados que le hacen la vida de cuadritos a los protagonistas.
Además de admirar la genialidad de la historia y de la actuación Joaquin Phoenix, me surgieron reflexiones como, lo difícil que es superar que las personas que uno estima, mientan y mantengan esa mentira durante tanto tiempo, independientemente de las razones por las cuales haya mentido, así como la inquietud de si uno supiera el trastorno que padece una persona conocido o no, ¿sería uno más empático con ella? ¿Se convertiría en un motivo para mantenerse aún más alejado? ¿O solamente inspirar temor? ¿Por el miedo a lo desconocido o a no saber cómo tratarla?
En fin, disfruté mucho ver este filme, por estar maravillosamente logrado en historia, actuaciones, producción; por ser amante de los thrillers, los dramas y las historias de crimen, y haberme involucrado de Batman a través de sus películas de los últimos 30 años. No percibí las dos horas de duración y me fue transportando de manera extraordinaria a la que, junto a The Dark Knight, ha sido mi cinta preferida basada en personajes de DC, aunque no sea seguidora de los comics ni de los superhéroes.
Esta cinta, de la que "todo mundo está hablando", es ampliamente recomendable y apta solo para adultos, ya que pudiera ser perturbadora para ciertas audiencias.
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