Camilla Läckberg es una de mis escritoras favoritas y he leído todas las novelas, tanto de la saga Fjällbacka, como sus cuentos de Tormenta de nieve y aroma de almendras. Es por ello que no podía faltar incluir Una jaula de oro, el décimo segundo libro que leo de la autora.
Esta vez, Camilla dejó de lado su saga para dedicarse a una novela de suspenso, centrada en una mujer llamada Faye. Pese a que ya no pertenece a "Los crímenes de Fjällbacka", sin duda conserva la esencia de novelas anteriores: menciona Fjällbacka, pueblo natal de la autora; se centra en la psicología de los personajes; brinca tiempos entre pasado y presente y cambia de voces, ya que el pasado está narrado en primera persona mientras que el presente lo narra una tercera persona.
Es una novela entretenida, ubicada en la época contemporánea, mencionando los tiempos de las redes sociales, de emprendedores, de la necesidad de las mujeres por destacar en un mundo laboral aún dominado por hombres, al igual que la necesidad de liberación de la violencia hacia la mujer, una constante nuevamente, no solo en las novelas de Camilla Läckberg, sino también en otras suecas como las de la joya trilogía Millennium, escrita por el fallecido Stieg Larsson.
Uno pensaría que se trata de acontecimientos de décadas atrás o de otra época, pero la novela se enfoca en los tiempos en los que aún se vive, en los que la mujer sacrifica su carrera por su marido, que éste ya no le permite trabajar, o considera que no es necesario por el poder adquisitivo del que gozan, y lo mejor "para la familia" es "dedicarse a la casa y a los hijos", aunque en realidad, irónicamente, contraten a otras personas para que lleven a cabo dichas tareas. No queda más que la mujer solo se dedique a "ser bella" para su marido y todo para que las situaciones en ocasiones tomen otro rumbo. No quisiera contar más de la historia, pero realmente atrapa al lector y es interesante la manera en la que al autora la abordó, y "cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia".
Definitivamente merece la pena dar una oportunidad a Una jaula de oro, que, por cierto, disfruté más que La Bruja, la última novela de "Los crímenes de Fjällbacka" hasta el momento, ya que me pareció demasiado larga y no tan emocionante como las entregas anteriores. Debido a que La jaula de oro es una novela totalmente independiente de la exitosa saga, fue un riesgo que la autora quiso correr, por su inspiración del momento y tal vez por las etapas que ha vivido o que vive actualmente, y para mí, el resultado fue magnífico. Queda la inquietud si el personaje de Faye estará inspirado en ella, debido a que también es originaria de Fjällbacka y estudió Economía.
Es importante tomar en cuenta que, no solamente los personajes de una saga pasan por un proceso de transición y evolución, sino también la misma autora puede transitar por lo mismo... y no necesariamente puede ser para mal. Es el caso de Una jaula de oro.
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